miércoles, 26 de diciembre de 2012

Documento Agrupación Grito de Alcorta, con motivo del paro del 20N.

Conferencia de prensa luego del paro: Buzzi en tercera fila, toda una metáfora
¿Y los reclamos agrarios? ¿Cuáles fueron? ¿Dónde están? 














PARO DE PRODUCTORES SIN PRODUCTORES


  Partimos de la base de la legitimidad de los reclamos del 20N (que nada tienen que ver con los del 8N, aunque ambos están vinculados por la bronca visceral hacia el gobierno kirchnerista). Tan justo son los reclamos, que tanto la CGT oficialista como la CTA de Yasky reclaman lo mismo, y el gobierno -con los anuncios presidenciales de la semana pasada, que suspenden por única vez el mínimo no imponible a sueldos y aguinaldos- reconoce de hecho, la legitimidad de los reclamos. Sólo una mezcla de soberbia, impericia o falta de vocación para el diálogo transforma lo que podría haber sido un acuerdo satisfactorio para todas las partes, en un conflicto gremial de consecuencias aún, impredecibles. Ahora, no recordamos, por lo menos en los últimos 30 años, que nuestra entidad convoque o adhiera a un paro sin una sola reivindicación agraria en la grilla de reclamos. Seguramente, si a alguno de los dirigentes del oficialismo federado se le hubiera “ocurrido” o “pensado” y lo hubiesen transmitido a los compañeros de la CGT, CTA o CGT azul y blanca, los hubieran sumado… De esto podemos extraer varias conclusiones. Pero la primera y tal vez más importante, es que el paro estuvo motivado por cuestiones políticas más que económicas, esto quedó claramente evidenciado en el caso de la FAA, donde aparte de no existir ni una sola reivindicación agraria, tampoco se intentó instalarla discursivamente. Y basta ver los videos oficiales en la página de la FAA para darse cuenta de la ausencia absoluta de productores agropecuarios; y del tema específico sectorial, ni el más mínimo comentario. Los escuálidos  piquetes federados estaban nutridos por los compañeros de UATRE y de la CTA y el rol de chacareros lo cumplía la militancia móvil rentada que funciona al compás de los kilómetros recorridos. Los productores brillaron por su ausencia. También pone en crisis esto de conducir, mandar u ordenar desde arriba. No se puede decretar un paro por televisión y una vez decidido, hacerlo certificar por el Consejo Directivo Central, para que luego lo ejecuten los “rentados”. No se puede desconocer el grado de conciencia y el estado de ánimo de los productores a la hora de tomar una decisión; tampoco los liderazgos zonales y las iniciativas creadoras que surgen de las bases, éstos son el mejor camino para lograr la instalación y masividad de una medida o un reclamo. Aquí está todo subordinado a las aspiraciones políticas partidarias del líder y un conjunto de adláteres que anteponen siempre los intereses del grupo a los del conjunto de chacareros. Y nunca consultan antes, siempre informan después de tomada la decisión, para que el aval sea sin debate y sin posibilidad de corregir el rumbo.
Es tan cierto que estuvimos  huérfanos de consignas en el paro del 20N, que el 19 de noviembre recibimos envíos oficiales de la entidad, diciendo que el documento de la CTA junto a reivindicaciones locales, debían ser los panfletos que usáramos en el paro. La CTA es una de las tres partes gremiales que realizaron la convocatoria al paro (no la única) y el documento que se enviaba, era un escrito que ya habíamos aprobado con relación a la marcha que se hizo a Plaza de Mayo, que había sido firmado junto a otras organizaciones hermanas, y que -desde nuestro punto de vista- no ofrece absolutamente ningún reparo, todo lo contrario; es un muy buen documento, que contiene un párrafo especialmente dirigido al presidente de la FAA donde dice textualmente: “no consentimos políticas devaluacionistas y propiciamos el debate de otro modelo productivo…”. Son conocidas -y se las hemos planteados en reiteradas oportunidades- nuestras disidencias con la activa predica del dólar a $6 o $7 que Eduardo Buzzi viene sosteniendo. No sé si lo habrá registrado, pero lo cierto es que va dirigido a él, lo que demuestra la desconfianza que genera su ondulante conducta política. En vez de persistir en el reclamos de retenciones segmentadas -que es la política correcta, desde nuestro punto de vista, para mejor la competitividad de los pequeños y medianos productores- la FAA “oficial” optó por propiciar una devaluación generalizada y, al igual que en la discusión del impuesto inmobiliario rural, eligió abandonar las políticas públicas diferenciadas para los pequeños y medianos productores, a partir de la progresividad  y asumir como propias consignas como, contra el impuestazo, o la ya mencionada del atraso cambiario, que son funcionales a los sectores concentrados. El documento de la CTA le marca a Buzzi y compañía el camino, esperamos que lo retome y no se aparte de él, por lo menos por un tiempo.
Por último, nadie se explica bien qué hace la FAA metida en esta puja por dirimir el poder y la sucesión dentro del PJ. Creemos que sería de mucha utilidad que la FAA retomara su senda gremial tradicional y se pusiera al servicio de los pequeños y medianos productores, pensando que aún es muy largo el camino que nos resta recorrer en el marco constitucional. Por lo tanto, como muy bien dijo Micheli, necesitamos abrir canales de diálogo para resolver problemas y generar nuevas oportunidades para los productores. Y esto, chicanas aparte, no significa nada más ni nada menos, que cumplir nuestro rol de entidad agraria y no transformarnos en un partido político que sólo discute lugares en las futuras listas, en vez de reivindicaciones específicas de los productores.

No hay comentarios:

Publicar un comentario