Documento Agrupación Grito de Alcorta, con motivo del paro del 20N.
Conferencia de prensa luego del paro: Buzzi en tercera fila, toda una metáfora ¿Y los reclamos agrarios? ¿Cuáles fueron? ¿Dónde están? |
PARO DE PRODUCTORES SIN
PRODUCTORES
Partimos de la base de la
legitimidad de los reclamos del 20N (que nada tienen que ver con los del 8N,
aunque ambos están vinculados por la bronca visceral hacia el gobierno
kirchnerista). Tan justo son los reclamos, que tanto la CGT oficialista como la
CTA de Yasky reclaman lo mismo, y el gobierno -con los anuncios presidenciales
de la semana pasada, que suspenden por única vez el mínimo no imponible a
sueldos y aguinaldos- reconoce de hecho, la legitimidad de los reclamos. Sólo
una mezcla de soberbia, impericia o falta de vocación para el diálogo
transforma lo que podría haber sido un acuerdo satisfactorio para todas las
partes, en un conflicto gremial de consecuencias aún, impredecibles. Ahora, no recordamos, por lo menos en los últimos
30 años, que nuestra entidad convoque o adhiera a un paro sin una sola
reivindicación agraria en la grilla de reclamos. Seguramente, si a alguno
de los dirigentes del oficialismo federado se le hubiera “ocurrido” o “pensado”
y lo hubiesen transmitido a los compañeros de la CGT, CTA o CGT azul y blanca,
los hubieran sumado… De esto podemos extraer varias conclusiones. Pero la
primera y tal vez más importante, es que el paro estuvo motivado por cuestiones políticas más que económicas,
esto quedó claramente evidenciado en el caso de la FAA, donde aparte de no
existir ni una sola reivindicación agraria, tampoco se intentó instalarla
discursivamente. Y basta ver los videos oficiales en la página de la FAA para darse
cuenta de la ausencia absoluta de productores agropecuarios; y del tema
específico sectorial, ni el más mínimo comentario. Los escuálidos piquetes
federados estaban nutridos por los compañeros de UATRE y de la CTA y el rol de
chacareros lo cumplía la militancia móvil rentada que funciona al compás de los
kilómetros recorridos. Los productores brillaron por su ausencia. También
pone en crisis esto de conducir, mandar u ordenar desde arriba. No se puede
decretar un paro por televisión y una vez decidido, hacerlo certificar por el Consejo
Directivo Central, para que luego lo ejecuten los “rentados”. No se puede desconocer
el grado de conciencia y el estado de ánimo de los productores a la hora de
tomar una decisión; tampoco los liderazgos zonales y las iniciativas creadoras
que surgen de las bases, éstos son el mejor camino para lograr la instalación y
masividad de una medida o un reclamo. Aquí está todo subordinado a las
aspiraciones políticas partidarias del líder y un conjunto de adláteres que
anteponen siempre los intereses del grupo a los del conjunto de chacareros. Y
nunca consultan antes, siempre informan después de tomada la decisión, para que
el aval sea sin debate y sin posibilidad de corregir el rumbo.
Es tan cierto que estuvimos huérfanos de consignas en el paro del 20N, que
el 19 de noviembre recibimos envíos oficiales de la entidad, diciendo que el
documento de la CTA junto a reivindicaciones locales, debían ser los panfletos
que usáramos en el paro. La CTA es una de las tres partes gremiales que realizaron
la convocatoria al paro (no la única) y el documento que se enviaba, era un escrito
que ya habíamos aprobado con relación a la marcha que se hizo a Plaza de Mayo,
que había sido firmado junto a otras organizaciones hermanas, y que -desde nuestro
punto de vista- no ofrece absolutamente ningún reparo, todo lo contrario; es un
muy buen documento, que contiene un párrafo especialmente dirigido al
presidente de la FAA donde dice textualmente: “no consentimos políticas devaluacionistas y propiciamos el debate de
otro modelo productivo…”. Son conocidas -y se las hemos planteados en
reiteradas oportunidades- nuestras disidencias con la activa predica del dólar
a $6 o $7 que Eduardo Buzzi viene sosteniendo. No sé si lo habrá registrado,
pero lo cierto es que va dirigido a él, lo que demuestra la desconfianza que
genera su ondulante conducta política. En vez de persistir en el reclamos de
retenciones segmentadas -que es la política correcta, desde nuestro punto de
vista, para mejor la competitividad de los pequeños y medianos productores- la
FAA “oficial” optó por propiciar una devaluación generalizada y, al igual que
en la discusión del impuesto inmobiliario rural, eligió abandonar las políticas
públicas diferenciadas para los pequeños y medianos productores, a partir de la
progresividad y asumir como propias
consignas como, contra el impuestazo, o la ya mencionada del atraso cambiario,
que son funcionales a los sectores concentrados. El documento de la CTA le
marca a Buzzi y compañía el camino, esperamos que lo retome y no se aparte de
él, por lo menos por un tiempo.
Por último, nadie se explica bien
qué hace la FAA metida en esta puja por dirimir el poder y la sucesión dentro
del PJ. Creemos que sería de mucha utilidad que la FAA retomara su senda gremial
tradicional y se pusiera al servicio de los pequeños y medianos productores, pensando
que aún es muy largo el camino que nos resta recorrer en el marco
constitucional. Por lo tanto, como muy bien dijo Micheli, necesitamos abrir
canales de diálogo para resolver problemas y generar nuevas oportunidades para
los productores. Y esto, chicanas aparte, no significa nada más ni nada menos,
que cumplir nuestro rol de entidad agraria y no transformarnos en un partido
político que sólo discute lugares en las futuras listas, en vez de
reivindicaciones específicas de los productores.
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